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16/03/2009

A lenda viva da Xeración do 27 cumple 103 anos


Cal será o seu segredo? Os seus xa moi conhecidos botes de mel, o whisky..?

O caso é que é todo un luxo ter aínda entre nós a esta lenda, o último resquicio de vida da gran Xeración do 27 que inundou coa súa poesía os comezos do século XX...

Grandísimo autor de obras narrativas coma El fondo del vaso ou El jardín de las delicias, ensaios coma El pensamiento vivo de Saavedra Fajardo ou En qué mundo vivimos, artigos de prensa coma El mundo y yo ou numerosas traducións de autores coma Thomas Mann, A. Zweig...

Esperemos que siga con nós moitos anos máis, da gusto ver coma, a pesar da súa idade, mantén esa lucidez...

Déixovos con algún textinho de Ayala, disfrutadeo.



" El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética.
(...)
Nos ha tocado a nosotros sondear el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila. "

15/03/2009

Un grande conto existencial, Historia dun bo brahmín, Voltaire


Sempre lle gardarei un especial carinho a este conto de Voltaire. Lido en 1º de bacharelato na clase de Literatura Universal e relido por gusto unha boa decena de veces...

Grande influencia en autores posteriores, se ben o tema non é novo para ninguén, é un moi bo conto.

Lendoo se me venhen sempre á cabeza certas obras ou certos fragmentos de obras.. o monólogo inicial de Fausto, o poema O Fatal de Rubén Darío, certas partes de A náusea de Sartre... e varios máis dos que tampouco me vou por a falar agora...

A mín faeme pensar, espero que a vós tamén, porque este é un dos contos destinados a "abrir mentes" ou a "adquirir conciencia da propia existencia"


Disfrutade co brahmín de Voltaire...


Historia de un buen Brahmín - Voltaire


En el curso de mis viajes tropecé con un viejo brahmín, hombre de muy buen juicio, lleno de ingenio y muy sabio; además, era rico, y por lo tanto su juicio era aún mejor; pues, al no carecer de nada, no tenía necesidad de engañar a nadie. Su familia estaba muy bien gobernada por tres hermosas mujeres que se esforzaban por complacerlo; y cuando no se distraía con sus mujeres, se ocupaba en filosofar.
Cerca de su casa, que era bella, bien adornada y rodeada de jardines encantadores, vivía una vieja india, beata, imbécil y bastante pobre.
Cierto día el brahmín me dijo:

-Querría no haber nacido.
Le pregunté por qué. Él me respondió:

-Hace cuarenta años que estudio, y son cuarenta años perdidos; enseño a los demás y yo lo ignoro todo: esta situación hace que mi alma se sienta tan humillada y asqueada que la vida me resulta insoportable. He nacido, vivo en el tiempo y no sé lo que es el tiempo; me encuentro en un punto entre dos eternidades, como dicen nuestros sabios [1] y no tengo la menor idea de la eternidad. Estoy compuesto de materia; pienso, y jamás he podido llegar a saber lo que produce el pensamiento; ignoro si mi entendimiento es en mí una simple facultad, como la de andar o la de digerir, y si pienso con mi cabeza como agarro las cosas con mis manos. No solamente me es desconocido el principio de mi pensamiento, sino que incluso el principio de mis movimientos me es igualmente ignorado: no sé por qué existo. Sin embargo, todos los días me hacen preguntas acerca de todos esos puntos; y hay que responderlas; no tengo nada interesante que decir; hablo mucho, y después de haber hablado me quedo confuso y avergonzado de mí mismo.

»Lo peor es cuando me preguntan si Brahma fue producido por Visnú o si los dos son eternos. Dios es testigo de que no sé ni una palabra de todo eso, y bien que se ve por mis respuestas. “¡Ah, reverendo padre! (me dicen), explicadnos cómo el mal inunda toda la tierra”. Mi ignorancia es igual a la de los que me formulan esta pregunta; a veces les digo que en el mundo todo va del mejor modo posible; pero los que se han arruinado o han sido mutilados en la guerra no me creen, y yo tampoco me lo creo; me retiro a mi casa abrumado por mi curiosidad y mi ignorancia. Leo nuestros antiguos libros y ellos espesan todavía más mis tinieblas. Hablo con mis compañeros: los unos me responden que hay que gozar de la vida y burlarse de los hombres; los otros creen saber algo y se pierden en ideas extravagantes; todo aumenta el sentimiento doloroso que experimento. A veces estoy a punto de caer en la desesperación cuando pienso que, después de tanto estudiar, no sé ni de dónde vengo, ni lo que soy, ni adónde iré, ni lo que será de mí.

El estado de este buen hombre me causó verdadera pena: nadie era más razonable ni más sincero que él. Comprendí que cuantos más conocimientos tenía en su cabeza y más sensibilidad en su corazón, más desgraciado era.

Aquel mismo día vi a la vieja que vivía cerca de su casa; le pregunté si alguna vez se había sentido afligida por no saber cómo estaba hecha su alma. Ella ni siquiera comprendió mi pregunta: en toda su vida nunca había reflexionado ni un momento acerca de una sola de las cuestiones que torturaban al brahmín; creía con toda su alma en las metamorfosis de Visnú, y con tal de poder tener de vez en cuando agua del Ganges para lavarse, se consideraba la más feliz de las mujeres.

Impresionado por la dicha de aquella pobre mujer, volví a visitar a mi filósofo y le dije:

-¿No os avergüenza ser desgraciado cuando a vuestra puerta hay una vieja autómata que no piensa en nada y que vive contenta?

-Tenéis razón -me respondió-; cien veces me tengo dicho que yo sería feliz si fuese tan necio como mi vecina, y sin embargo no querría semejante felicidad.

Esta respuesta de mi brahmín me produjo mayor impresión que todo lo demás; me examiné a mí mismo y vi que en efecto no querría ser feliz a condición de ser imbécil.

Propuse el dilema a unos filósofos, que fueron de mi misma opinión.

-Y no obstante -decía yo-, hay una escandalosa contradicción en esta manera de pensar; porque, al fin y al cabo, ¿de qué se trata? De ser feliz. ¿Qué importa tener talento o ser necio? Todavía hay más: los que están satisfechos de cómo son están muy seguros de estar satisfechos; los que razonan no están tan seguros de razonar bien. Está, pues, bien claro -decía yo- que habría que aspirar a no tener sentido común, por poco que este sentido común contribuya a nuestra infelicidad.

Todo el mundo fue de mi parecer, y sin embargo no encontré a nadie que quisiera aceptar el trato de convertirse en imbécil para vivir contento. De lo cual deduje que, aunque apreciamos mucho la felicidad, aún apreciamos más la razón.

Pero, después de haber reflexionado sobre el asunto, me parece que preferir la razón a la felicidad es ser muy insensato. ¿Cómo, pues, puede explicarse esta contradicción? Como todas las demás. Hay aquí materia para hablar muchísimo

07/03/2009

Maltrato animal = arte ?


O asasino de touros Francisco Rivera Ordóñez foi galardonado coa Medalla de Ouro das Belas Artes 2008.

Isto faime reflexionar... Como podemos vivir en pleno século XXI numha sociedade que ve en torturar a un animal umha arte? E despois saen leis para o non maltrato aos homes e mulleres...

Son menos os animais só por non ter o mesmo uso de razón ca nós? non sinten? non sufren?

Umha vergonza, umha auténtica vergonza.